A pesar de que hace ya casi 4 años que terminé mi formación como Diseñador Gráfico y Comunicador Visual (o ese es el título de la carrera en la unviersidad) en BAU, Escola Superior de Disseny, la semana pasada decidí volver al centro, pero no precisamente a estudiar.
Y es que, coincidiendo con el final de semestre, mi amiga, compañera de proyectos (ocasionalmente) y profesora Marina me invitó a acudir como consejero y valorador (no me gusta nada el término jurado) a varias clases de los alumnos de primer curso de grado de la asignatura de Herramientas Informáticas y donde fue realmente enriquecedor poder aportar mi granito de arena a todos los estudiantes que mostraron sus proyectos durante esta primera parte del año y donde recordé mis primeras entregas de proyectos en un cada vez más lejano año 2009.
Admemás, tuve la oportunidad de volver a ver y reencontrarme con profesores y miembros del staff de la universidad en la que he pasado muchísimas horas (algunas de ellas con muchísimo sueño), alegrías, entregas, nervios y conocimientos de lo que soy a día de hoy.
Me han picado el gusanillo y me gustaría repetir de nuevo, si es que me invitan 🙂